Las lacas de uñas que nunca han desaparecido de los salones recuperan protagonismo. Ganan día a día en tendencia y durabilidad. Sus fórmulas son respetuosas con la uña, facilitan la aplicación, secados rápidos y unos acabados perfectos tipo gel pero sin lámpara. En verdad, los esmaltes de toda la vida seducen a las jóvenes...
Por Maite Aldazabal
Siempre hemos oído que las manos son una carta de presentación. Se dice que las manos y las uñas muestran nuestro carácter y personalidad. Las empleamos en nuestra comunicación no verbal, con ellas interactuamos, nos interrelacionamos, nos saludamos, acariciamos a nuestros seres queridos...
Factor de moda
Por eso, el cuidado de las uñas forma parte de nuestro legado cultural. Sin embargo ha sido en los últimos años cuando las lacas de uñas se han convertido en un complemento de moda, en un “must have” junto a la barra de labios.
A pesar del crecimiento del esmalte en gel, de los semipermanentes o de los acrílicos, ahí están las lacas de uñas. Gracias a las lacas, las mujeres tienen una amplia gama de colores donde elegir según su estado de ánimo, según su vestimenta o la situación social en la que se encuentren.
En la actualidad los esmaltes de uñas tienen dos tipos de clientas: las mujeres de edad que prefieren tonalidades clásicas: rosas, rojos, pasteles... y las jóvenes abiertas a experimentar con todo tipo de colores a condición de que estén de moda y los tonos neón, con mucho brillo, que no pueden faltar en verano.
Cualquier mujer puede hacerse la manicura en casa con relativa facilidad y las fórmulas actuales permiten una gran calidad en los resultados. Conscientes de este factor moda, diversas marcas profesionales venden incluso tamaños minis para que las clientas puedan cambiar de color tantas veces como quieran.
En este sentido, un expositor sitiado junto a la caja registradora favorece la venta por impulso y es una buena fuente de ingresos para los salones.
Novedades
El auge o el renacimiento de las lacas de uñas ha venido unido a la incorporación de diversos avances en sus formulaciones. Actualmente, un esmalte de calidad que se precie se presenta en el mercado sin formaldehidos, ni toluenos ni dibutilftalato. Respetuoso con la salud de las uñas, muchas formulaciones incorporan filtros UV para preservar la calidad del color.
Las lacas profesionales ofrecen acabados con un brillo tipo gel pero sin lámpara LED o UVA. Los protocolos que se aplican hoy en la manicura, junto con las nuevas formulaciones, permiten que unas uñas esmaltadas resistan y duren hasta una semana.
Los laboratorios y los diseñadores están desarrollando productos y envases que faciliten el trabajo del profesional de la manicura. Las fórmulas son ricas en prigmentos y permite obtener una buena cobertura con una sola capa. Algunos fabricantes han estudiado los frascos para hacer más sencilla la aplicación del esmalte.
En definitiva, los esmaltes de uñas tienen sus adeptas, mujeres que les gusta cambiar de color, mujeres mayores más conservadoras, mujeres con uñas delicadas (que haberlas, haylas). Sus fórmulas han avanzado hasta ofrecer acabados perfectos y de larga duración. Siempre han sido un buen reclamo para la reventa, una buena fuente de ingresos y uno de los complementos perfectos para las peluquerías. Hoy son un complemento de moda imprescindible.
Crédito foto: ibd, The Nail People.
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