Silicona: pros y contras de su uso en productos capilares

Redacción PlanetLook05/01/2016
En el mundo de la peluquería, algunos ingredientes tienen mala fama y sin embargo se siguen utilizando. Uno de ellos es la silicona, ¿por qué? A fin de averiguar los pros y los contras de esta sustancia hemos entrevistado a Pompeu Chiva, director técnico Laboratorios Salerm.
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por Maite Aldazabal

En el mundo de la peluquería, algunos ingredientes tienen mala fama y sin embargo se siguen utilizando. Uno de ellos es la silicona, ¿por qué? A fin de averiguar los pros y los contras de esta sustancia hemos entrevistado a Pompeu Chiva, director técnico Laboratorios Salerm. De este modo, sabremos si esa mala fama es merecida o no. Las siliconas son moléculas sintéticas cuyo componente es el sílice, un mineral presente en más del 90% de los minerales de la corteza terrestre.

A fin de averiguar los pros y los contras de esta sustancia hemos entrevistado a Pompeu Chiva, director técnico Laboratorios Salerm. De este modo, sabremos si esa mala fama es merecida o no.

Las siliconas son moléculas sintéticas cuyo componente es el sílice, un mineral presente en más del 90% de los minerales de la corteza terrestre. “Erróneamente se piensa que su origen es el petróleo”, aclara Pompeu Chiva. Estas moléculas se utilizan para fines cosméticos desde 1950 aportando propiedades como brillo extremo, lubricidad, hidrofobicidad, entre otras.

Tipos de las siliconas

Con el paso del tiempo la indus­tria química ha ido modificando la estructura básica de las silico­nas añadiendo átomos diferen­tes y ha creado estructuras con distintos tamaños y formas, de tal manera que hoy podemos encontrar una infinita va­riedad de siliconas. De ellas, la industria cosmética ha seleccionado y verificado su inocuidad de uso a un núme­ro bastante reducido de ellas. Aún así la oferta disponible para su aplicación en cosmética es muy amplia destacando cin­co grandes grupos: líneales, cíclicas, hidrosolubles, con radicales cuaternizados y las elastómeras.

Cada silicona posee unas propiedades que interactúan con el resto de los componen­tes del cosmético. En general, aportan funciones estéticas, es decir no cambian la estructu­ra del cabello sino que le dotan de características sensoriales y visuales de las que pueda care­cer en ese momento. Estas son: brillo, peinabilidad, acondi­cionamiento e hidrofobicidad.

Propiedades

El brillo se logra gracias a la capacidad de crear un film invisible y homogéneo sobre la superficie del cabello con el uso, por ejemplo, de las dimeticonas, las feniltrimeticonas, los dimeticonoles. La peinabilidad es posible por la baja tensión superficial que reparte la lubricación sobre cada cabello para que el cepillado sea suave y no dañe su estructura proteica gracias a la acción de los ciclometiconas, dimeticonas y dimeticonoles. El acondicionamiento se logra mediante las siliconas cuaternizadas por su capacidad de fijación selectiva en las zonas más dañadas del cabello. Por último, la hidrofobicidad se consigue gracias a la propia estructura molecular puesto que crea un film respirable, que, aun siendo hidrófobo, permite el paso del oxígeno, vapor del agua, a diferencia de los aceites minerales o vegetales que se pueden utilizar en su lugar. En resumen, esta protección, este film invisible sobre el cabello, facilita una gran manejabilidad, suavidad y un buen tacto.

Básicas para el acondicionador

La familia de productos que se benefician más de las propie­dades de las siliconas (brillo, peinabilidad, acondiciona­miento e hidrofobicidad) es sin duda alguna la de los acondi­cionadores capilares, con o sin aclarado. Algunos champúes también las incorporan en sus formulaciones, pero a menudo son siliconas hidrosolubles para mejorar el efecto espumante y sensorial de uso.

El director técnico de Salerm recomienda utilizar silico­nas cuando sea necesario acentuar alguna propiedad del cabello de manera rápida y precisa: falta de brillo en el cabello, cabellos difíciles de peinar, cabellos finos que se so­brecargan y apelmazan, cabellos con puntas abiertas, teñidos, decolorados o alisados…

En cambio, desaconseja cuando la silicona utilizada pueda pro­porcionar efectos contrarios a los deseados, por ejemplo antes de efectuar una coloración resulta conveniente desproveer el cabello de dicha protección para permitir que la emulsión colorante se reparta uniforme­mente y penetre por toda la fibra capilar.

Sentido común

Pompeu Chivas apela al sentido común de los usuarios cosméticos capilares y de los formuladores porque “hay que usar lo mejor en cada caso y con la cantidad necesaria, abusos o malas prescripciones hacen que la experiencia de un cosmético que debería ser buena, no lo sea”. Concluye señalando que “mantener la buena percepción de las siliconas por parte del usuario final está en la mano de todos nosotros”.

La polémica

Las críticas giran en torno a la seguridad de su uso y a la hidrofobicidad. Pompeu Chivas señala que quienes se muestran en contra “a menudo están desinformados de la realidad estructural, funcional y de los usos óptimos de las siliconas”.

En este sentido, nos recuer­da que la seguridad de los cosméticos está garantizada por los controles que efectúan continuamente los comités de seguridad, entidades como el Scientific Committee on Consu­mer Safety (SCCS) en Europa y el Reglamento Europeo nº 1223-2009 que recoge todas las opiniones científicas en un marco legislativo.

En relación a la hidrofobicidad, que es la propiedad que tienen las sustancias de repeler el agua, existe una amplísima variedad de estructuras de siliconas con propiedades distintas incluyendo las siliconas hidrosolubles o las hidrofóbicas. El director técnico de Salerm recuerda “lo importante es utilizar la silicona adecuada en cada cosmético”. Hoy día los avances del sector químico y la presión de los usuarios exigiendo cada vez productos con funciones específicas y bien diferenciadas hace que los formuladores apliquen, de manera inteligente, la silicona específica en la cantidad precisa para conseguir el efecto de mejora esperado en cada cosmético sea champú, acondicionadores, acabados, styling, tratamientos faciales…

Las siliconas aportan un cumulo de propiedades beneficiosas, cuando por el motivo que sea se quiere sustituir una silicona, es necesario incorporar más de una materia prima. Entonces, pueden aparecer problemas para el formulador porque ese incremento de ingredientes puede hacer que algunas propiedades desaparezcan. Chivas pone un ejemplo “si queremos aportar brillo al cabello lo podemos conseguir fácilmente con un aceite vegetal o mineral, pero perderemos manejabilidad, ligereza y peinabilidad y seguramente incrementará el aspecto graso del cabello”.

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