Una peluca sirvió de escondite a una mujer para transportar casi un kilo de cocaína desde Brasil hasta España, hasta que fue detenida por la Policía Nacional a su llegada a Madrid. La mujer viajaba con su hija de tres años y llevaba la droga distribuida en nueve paquetes, todos ellos cosidos y sujetos a la base de la peluca, de manera que resultaban imperceptibles a simple vista.
Este curioso método ya fue utilizado anteriormente por dos mujeres, también brasileñas, ya que la droga es muy difícil de detectar, debido a la similitud de la peluca con el cabello natural. Muchas veces, la imaginación de las personas que transportan sustancias ilícitas es asombrante: entre los escondites más recónditos que ha encontrado la policía están latas de melocotones, tablas de snowboard, cargadores de teléfonos móviles, una silla de ruedas eléctrica y hasta el interior de las prótesis mamarias implantadas a una mujer.
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