1. Preparación del cabello:
La clave de esta transformación está en la simetría. Se divide el cabello en dos secciones verticales desde la frente hasta la nuca, prestando especial atención al flequillo para mantener la armonía del resultado final.
2. Decoloración (zona clara):
En la mitad destinada al tono claro, se aplica decolorante con oxidante de 10 volúmenes, elevando el nivel hasta un 9 o 10. Posteriormente, se matiza con un tono gris o plata, aportando un acabado moderno y frío.
3. Aplicación del color oscuro:
La otra mitad del cabello se tiñe con un negro intenso (nivel 1). Para fijar el color, se deja actuar el tiempo necesario y se enjuaga con agua fría.
4. Flequillo:
Esta parte requiere precisión: se divide cuidadosamente y se utilizan láminas para evitar que los colores se mezclen, garantizando un acabado limpio y diferenciado.
5. Finalización:
Una vez concluido el proceso de coloración, se lava el cabello con un champú sin sulfatos, se seca, se alisa y se aplica un sérum capilar para potenciar el brillo y la suavidad.
6. Mantenimiento:
Para conservar el tono claro, se recomienda el uso de champús matizadores plata y agua fría. Los retoques se aconsejan cada 4 a 6 semanas para mantener la intensidad del contraste.
Este trabajo técnico ha sido realizado con productos de la firma Tempting, y refleja no solo la maestría de Sonia en la ejecución, sino también su visión artística y su compromiso con la educación en peluquería.
Una técnica ideal para peluqueros que buscan ofrecer a sus clientes una propuesta atrevida, elegante y con un marcado carácter profesional.
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