El visagismo y la asesoría de imagen capilar marcan la nueva era del lujo personalizado. Más allá de las tendencias, se impone el ‘look’ que potencia tu belleza única.
La belleza se redefine con valores como la autenticidad, la sostenibilidad y la esencia, en este orden de ideas, la peluquería da un paso más allá. No se trata solo de cortes impecables o de colores tendencia, sino de diseñar una imagen a la medida de quien la lleva. Bienvenidas al universo del visagismo, una técnica que, más que moda, propone armonía.
“Hoy más que nunca, las mujeres buscan reflejar quiénes son a través de su imagen. Y el cabello es una de las herramientas más poderosas para ello”, afirma María José Llata, presidenta de Intercoiffure España y directora del prestigioso salón Llata Carrera, ubicado en Santander.
Como una prenda hecha a medida, el corte de pelo perfecto no sigue una fórmula universal. El visagismo analiza la forma del rostro, la estructura ósea, el tono de piel, la mirada y, sobre todo, la personalidad. Cada elemento suma en la construcción de un ‘look’ que no solo favorece, sino que conecta con la esencia de quien lo lleva.
“Observamos, escuchamos, interpretamos. Un buen corte no solo embellece: empodera. A través de la imagen podemos proyectar fuerza, elegancia, creatividad o serenidad”, explica la estilista, cuyo enfoque mezcla precisión técnica y una sensibilidad estética excepcional.
En Llata Carrera, el diagnóstico capilar es casi un ritual. Nada queda al azar. La forma del rostro define proporciones; la tonalidad de la piel, la paleta de color adecuada; el estilo de vida, la viabilidad del mantenimiento.
• Piel cálida (subtonos dorados): se ilumina con tonos miel, cobrizos o avellana.
• Piel fría (subtonos azulados o rosados): se realza con rubios ceniza, castaños fríos o negros intensos.
• Piel neutra: admite mayor versatilidad, con foco en la armonía de intensidades.
Y en cuanto a los rostros:
• Ovalado: el lienzo perfecto para explorar desde un 'blunt bob' hasta una melena XL.
• Redondo: requiere verticalidad y estructuras que alarguen.
• Cuadrado: suavidad y fluidez en cortes y ondas.
• Alargado: flequillos, volúmenes laterales y líneas horizontales aportan equilibrio.
• Corazón: el foco se traslada al mentón con cortes que equilibran el ancho de la frente.
En una época que celebra la individualidad, el peinado ya no es solo estética: es toda una declaración. “La belleza real está en ser fiel a una misma. Algunas mujeres encuentran fuerza en un corte ‘pixie’ afilado, otras en una melena etérea y sutil. Nuestro papel es interpretar eso y traducirlo al lenguaje capilar”, sostiene Ma José Llata. Y añade: “No diseñamos ‘looks’, construimos identidades visuales. El lujo no está en lo que se ve, sino en cómo te hace sentir”.
La moda capilar del futuro no estará en copiar, sino en personalizar. En rodearse de profesionales que comprendan el arte de leer un rostro y de crear desde ahí. Porque la verdadera tendencia no es el peinado viral, sino el que te convierte en tu mejor versión. ‘Hair couture’ ha llegado. Y no está en la pasarela. Está en ti.