Tras años de experimentación, competencia y exploración de lenguajes abstractos, el creador de Velvet decide volver a lo fundamental. En ese retorno descubre que, más allá de las técnicas o los estilos, su verdadero propósito es crear belleza.
La colección se inspira en peinados reales, aquellos que alguna vez cobraron vida en clientes del salón, que caminaron por las calles y fueron disfrutados en la vida cotidiana. Velvet reinterpreta esos looks auténticos, elevándolos a un plano artístico sin perder su naturalidad y emoción original.
Con esta colección, Raúl de Andreas rinde homenaje a la peluquería como disciplina artística, reivindicando su capacidad para emocionar y trascender. Velvet es, en definitiva, una declaración de amor al oficio y una invitación a mirar la peluquería como una forma de arte que merece un lugar en los museos.