La serotonina y las endorfinas, sustancias claves que generan felicidad, bienestar y actúan como analgésicos naturales, pueden ser estimuladas por ciertos alimentos, sobre todo en épocas donde nos sentimos más frustados, como bien puede ser el otoño. En esta temporada, los días se acortan, las noches se alargan y el frío empieza a calarnos, por lo que debemos incorporar a nuestra dieta alimentos que impulsen la generación natural de serotonina. Nuestro estado de ánimo y nuestro organismo nos lo agradecerán.
En pequeñas porciones, el chocolate es el cóctel ideal de la felicidad, además de potenciar el rendimiento y estimular la circulación. El azúcar y la manteca de cacao ayudan a que el cuerpo sea más receptivo a la hora de absorber triptófano y aumente el nivel de serotonina del cerebro. Otro ingrediente del chocolate es la feniletilamina, un derivado de la fermentación de los granos de cacao, que eleva el azúcar en sangre y tiene un efecto excitante. Además, si el chocolate es con leche, la proteína de la leche en él proporciona exorfina, un analgésico naural, y teobromina, una sustancia similar a la cafeína, que potencia el rendimiento y estimula la circulación.
El pollo, el cordero, los cortes magros de carne de cerdo, la ternera, el queso cottage, los quesos bajos en grasa, la leche baja en grasa, los productos lácteos, el pescado blanco en escamas, el salmón y el pescado de aguas frías, como la caballa o las sardinas, son ricos en proteína estimulante de la serotonina.
Remplaza las harinas blancas, los bocadillos, la pastelería y los dulces en general por vegetales, frutas frescas, cereales integrales y legumbres como la soja, mucho más ricos en fibra, que ayuda en el tratamiento de los estados depresivos, además de contrarrestar la ansiedad.
El consumo diario de nueces, avellanas, almendras, etc aporta las vitaminas y el magnesio necesario para nuestro cuerpo.
A priori puede no parecer demasiado causante de la felicidad, pero lo cierto es que el brócoli contiene un alto nivel de vitaminas y minerales.
Tiene un gran efecto calmante sobre el sistema nervioso y fomenta el pensamiento positivo y el optimismo, además de ayudar a producir serotonina, gracias a su alto contenido en triptófano.
Es un aliado perfecto contra la frustración y estimula el bienestar físico. También genera vitalidad y optimismo, calma la ansiedad y alivia los nervios. La piña es también una gran estimulante de la circulación y el metabolismo, además de ayudar a paliar los problemas de concentración y motivación. Por la noche nos aportará melatonina, una hormona de efecto relajante para el cerebro.
Contiene una sustancia llamada capsaicina, que combate la ira, la depresión y la frustración. Además, si ingerimos pimientos chile, al sentir el ardor del picor en la lengua el cerebro lo percibe como dolor y lo contrarresta liberando endorfinas, que potencian el bienestar.
Son grandes antioxidantes y además el aliado perfecto para reducir el estrés.
Ayuda a recuperarnos más rápidamente de los sucesos estresantes.
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