En unos años la demanda de productos naturales ha dejado de ser minoritaria. En poco tiempo los españoles hemos reducido la distancia con países de nuestro entorno en el consumo de estos productos solo nos separa un 10%.
Actualmente aspiramos a una vida saludable porque “no se puede luchar contra el paso del tiempo, pero sí llegar a la vejez en las mejores condiciones posibles”. Según el macro –análisis de Stanpa el consumidor identifica el concepto de “belleza natural” con valores como bienestar, salud y respeto por el medioambiente.
¿Quién consume cosmética natural?
En el estudio del Barcelona Beauty Cluster el 49% de los consumidores había utilizado un producto de cosmética natural. Existen varios tipos de consumidores de estos productos naturales: desde la minoría concienciada, a la fashionista, pasando por la persona hiperreactiva que busca una solución a sus problemas. Según Stanpa, aunque el 77% de los consumidores afirma dar importancia a los ingredientes naturales, pero en el proceso de compra sólo el 47,7% presta atención a este factor.
El perfil del heavy user de cosmética natural dibujado por Stanpa es una mujer urbana, con hijos o embarazada, de entre 30-45 años y poder adquisitivo medio-alto que sigue un estilo de vida saludable y declara ser vegetariana-vegana. Utiliza las RRSS, foros y blogs femeninos para mantenerse informada sobre belleza, nutrición, hijos, etc.
Para Manolo Collado, del grupo macomaco, uno de los profesionales más inquietos de nuestro país, es una evolución de la sociedad. También nos comenta la existencia de influencers que recomiendan productos capilares fuera del circuito comercial. Entre sus clientes tiene algunos muy concienciados que sólo quieren productos eco “estoy perdiendo ventas por este motivo”. Y añade que “si no les ofrecemos lo que buscan, se irán a otro sitio”.
¿Qué es cosmética natural y qué lo es?
El gran problema de este mercado es la confusión: se ha abusado del concepto “natural” hasta vaciarlo de contenido. “Me sorprende que los clientes cojan el producto y lean la etiqueta; te aseguro que conocen ingredientes y aditivos”, constata Manolo Collado. Pero ese, es el único modo de identificar si es cosmética natural o no.
Sin embargo, Barcelona Beauty Cluster señala que sólo una pequeña parte del target sabe los requisitos que debe cumplir un producto para ser considerado natural. El resto se deja llevar por impresiones y creencias. Además, apenas identifican las marcas de cosmética natural. Debido a esa confusión, abundan las firmas certificadoras, todas independientes y ninguna oficial. No exigen lo mismo, pero todas dan garantías al consumidor.
Por cosmética natural, se entiende aquella que ha sido elaborada con ingredientes naturales ya sean de origen vegetal (flores, plantas, frutas, aceites….), mineral (sales, arcillas, aguas, etc.) o animal (leche, miel, jalea real y cera de abejas, por ejemplo). De manera genérica, los cosméticos naturales tienen un 95% de componentes naturales y el 5% de síntesis. Tampoco incorporan materias primas derivadas del petróleo, ni siliconas, ni ingredientes modificados genéticamente (GMO). “Solo se permiten emulsionantes, tensioactivos y conservantes de origen vegetal. También se suelen utilizar embalajes eco-responsables, reciclados y/o reciclable”, nos aclara la Dra. Manuela Bermúdez, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Químicos Cosméticos (SEQC).
Por ecológico, se entiende aquel producto cuyos ingredientes proceden de la naturaleza o de cultivos ecológicos, es decir que no han sido modificados genéticamente ni tratados con productos químicos.
El marketing de estos cosméticos afirma que sus productos no han sido experimentados con animales. No obstante, la legislación europea en vigor prohíbe ese tipo de prácticas a todos los cosméticos y productos de higiene.
Eco en peluquería
Toni Alastuey, distribuidor en España de la marca Remember, considera que los consumidores eco “valoran que el cabello crezca sano y fuerte”. La Dra. Bermúdez afirma que los ingredientes habituales en capilares suelen ser los mismos “en Skin Care y en Hair Care”. En cabello se utilizan muchos aceites vegetales de oliva, de argán, de aguacate, de coco... Cada uno tiene propiedades específicas como dar brillo, humectar, proteger del calor, reducir el encrespamiento... También se emplean extractos vegetales como ginseng, aloe vera, regaliz, lúpulo... que “son ricos en vitaminas y nutrientes”.
La duda aparece con los llamados trabajos técnicos: coloración, alisados, decoloraciones…
En el mercado hay diversas marcas, algunas de muy conocidas, que han lanzado coloraciones a base de arcillas e ingredientes vegetales que no cubren por completo las canas ni tampoco permiten cambios radicales. Eso sí, respetan la estructura del cabello y cuidan el cuero cabelludo. En cuanto a los alisados, la famosa taninoplastia, aunque no sea cosmética natural, contiene taninos, un derivado de la uva. Se aplica con calor y su efecto desaparece paulatinamente con los lavados.
Seamos sinceros, existen servicios técnicos para los que no hay un tratamiento alternativo.
Green Salon
La preocupación por la salud, el bienestar y el impacto ambiental alcanza a los profesionales de la peluquería. Existe, además, una demanda de productos menos agresivos para la salud de los trabajadores y de los clientes. Alastuey confirma que cada vez más la belleza se relaciona con salud. “Por ello, la conexión que tenemos con los salones es mucho más directa”. La cosmética natural, orgánica o ecológica es una respuesta a estas necesidades.
Raúl Zarco respalda salones especializados en este concepto con una imagen diferenciada y coherente con ese estilo de vida. Se trata de “una filosofía de belleza aplicada a los sistemas de trabajo, a los protocolos de tratamiento del cabello y al auténtico cuidado de las personas”. Esto se logra con un producto de alta calidad y buenos protocolos para ofrecer al cliente una experiencia distinta.
El futuro es verde
Los científicos están investigando para encontrar fórmulas eficaces y respetuosas que sean una alternativa válida a los tratamientos químicos que se aplican en las peluquerías convencionales. El futuro pasa también por aclarar conceptos y por expandir la distribución de la cosmética natural para captar nuevos consumidores. Así como por cambiar la percepción de que estos productos son caros cuando están al alcance de todos los bolsillos y por reducir consumos y residuos.
Fuentes: beautypress.com, Stanpa, Barcelona Beauty Cluster, SQEC
Por Maite Aldazabal, directora editorial C&C Magazine
Tipos de consumidores de cosmética natural
Fuente: Barcelona Beauty Cluster
Qué se entiende por Cosmética Natural
Fuente: SQEC
Frases a destacar
Mercè Font, de Efecto Belleza
“Tanto para fabricar como para comercializar es necesario entender este estilo de vida”.
Toni Alastuey, distribuidor en España de Remember
“Desde nuestro punto de vista la palabra “natural es como una “declaración de intenciones” que después se ha de verificar con todo lo que lleva dentro el producto”.
Dra. Manuela Bermúdez, miembro de la Junta Directiva SEQC
“Si el claim es que cumpla con un índice de naturalidad, teniendo en cuenta la referencia con la Normativa ISO.16128, entonces es otro nivel de dificultad, porque los ingredientes a utilizar no son todos, como las restricciones que existen en conservantes, emulsionantes, no siliconas, no derivados del petróleo, etc.”
Raúl Zarco, Raúl Zarco Team
“Existe una corriente de cambio en todos los ámbitos de nuestro día a día, un mayor nivel de conciencia en cuanto a sostenibilidad medioambiental, alimentación saludable, cuidado de la naturaleza, y por supuesto del cuidado de la piel y el cabello”.
Manolo Collado, del grupo macomaco
“Cuando salió lo natural mucha gente apuntó que sería una moda pasajera, pues llevamos muchos años. La sociedad y el mercado están evolucionando a una velocidad tremenda. Todo lo que sea cambio y evolución me interesa”.
Crédito foto: Woldford
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