Joan Maria Bosacoma: “Hoy por hoy Kin Cosmetics es una marca renovada"

Fieles a sus orígenes que pasan por la excelencia y la calidad, así como su sede en el pueblo costero de Sant Feliu de Guíxols (Girona), KIN Cosmetics ha logrado convertirse en un peso pesado de la peluquería, compitiendo con las grandes multinacionales.

Texto: Neus Hilari

Manteniendo sus orígenes de marca que prima por la excelencia y la calidad, así como su sede en el pequeño pueblo costero de Sant Feliu de Guíxols (Girona), KIN Cosmetics ha logrado convertirse en un peso pesado de la peluquería, plantando cara hasta a las grandes multinacionales. De la mano de su gerente, Joan Maria Bosacoma, queremos conocer a fondo los entresijos de una empresa con mucha historia y más futuro.

-¿Cómo nace el nombre de KIN Cosmetics?

-Siempre quisimos otorgar a la empresa el nombre de origen etimológico. Estuvimos investigando y descubrimos que el significado real de la palabra KIN en maya significa sol y luz, aunque el verdadero origen es mucho más simple. Parece ser que cuando mi bisabuelo fundó la empresa tomó como referencia las iniciales de dos grandes marcas del mercado capilar del momento: la francesa Komol y la inglesa Inecto. A la conjunción le añadió la “n” de nacional; uniendo las tres iniciales nació el nombre KIN. ¡Cuándo descubrimos la verdadera historia quedamos alucinados!

-La empresa se fundó en los años veinte, cuando tu bisabuelo Gregorio Bosacoma creó un tinte capilar, a pesar de que él se dedicaba a la tintura de tejidos. ¿Por qué decidió embarcarse en el sector de la belleza?

-Por petición de las mujeres del pueblo, de Sant Feliu de Guíxols (Girona). Consideraban que era un experto en técnicas de tintura, aunque fueran en otro campo, y le empujaron a investigar en el mundo de los tintes para el cabello y poder tapar así los signos de la edad.

-¿Cuál fue el éxito de esta pequeña incursión en el campo de la belleza de KIN Cosmetics a principios del siglo XX?

-Durante los primeros años, la comercialización de los productos fue a nivel local, pero poco a poco se fueron ampliando las fronteras. Primero por el resto de las poblaciones de la costa de Girona, después por toda la provincia y, posteriormente, dio el salto a nivel nacional. En 1960 la marca cruzó el charco para llegar a Venezuela. Hasta 1940 KIN Cosmetics sólo fabricaba productos y complementos para la coloración en un pequeño taller, que todavía conservamos, en Sant Feliu de Guíxols. A partir de esa fecha, mi abuelo empezó a introducir nuevas referencias de tratamiento y demás productos técnic os, con la intención de cubrir las demandas de mercado que se le presentaban.

-A la muerte de Gregorio, su hijo Leonci, sin apenas formación ni experiencia en el campo de la química, siguió sus pasos. ¿Cuáles fueron los cambios más notables que introdujo en la empresa?

-Mi abuelo Leonci tuvo que coger las riendas siendo aún un adolescente, porque mi bisabuelo murió muy joven, al poco de fundar la marca. Leonci fue realmente el pionero y el que hizo que la marca fuera más allá: investigó, se formó y siempre siguió adelante, seguramente en memoria de su padre. Partió de las notas que mi bisabuelo había hecho sobre los primeros tintes formulados y las fue evolucionando. Leonci fue un auténtico emprendedor. Con la llegada de la tercera generación a la dirección de la empresa, los nietos de Gregorio, llegó también la expansión de la marca.

-¿Por qué una empresa pequeña y familiar de Girona decide abrirse al mundo?

Para seguir evolucionando, creciendo y enfrentándonos a nuevos retos.

-La cuarta generación está capitaneada por ti. ¿Siempre supiste que tu futuro laboral estaba ligado a KIN Cosmetics?

-Desde pequeño visitaba la fábrica con mi abuelo y mi padre, así que cuando tuve edad de trabajar, durante las vacaciones escolares, empecé en almacén y envasado. Fueron unos años de los que guardo buenos recuerdos y aprendí muchísimo de la empresa. Aunque lo que siempre me apasionó fue el comercio internacional, así que estudié Dirección y Administración de Empresas y me especialicé en el área internacional, para poder contribuir junto al resto del equipo en el empuje y la expansión de la marca más allá de nuestras fronteras.

-¿Qué grandes evoluciones ha vivido la marca en los últimos años?

-En los últimos años los cambios han sido drásticos y muy positivos, siempre con la intención de seguir avanzando, con paso pequeño pero muy consolidado. Desde 2009 hemos renovado nuestra imagen corporativa, líneas de productos, sistemas de gestión, hemos entrado en nuevos países, empezado a producir colecciones de moda, creado un programa de formación, profesionalizado los departamentos... ¡Y todavía nos queda mucho por hacer! Hoy podemos decir que contamos con una marca renovada y con disposición de todas las herramientas necesarias para cumplir con las expectativas de los profesionales de la peluquería.

- ¿Cuál es el nuevo avance de la marca del que te sientes más orgulloso?

-No me podría inclinar por ninguno de ellos, puesto que todos conllevan un gran esfuerzo humano que, a veces, no es todo lo visible que se merece. Estoy orgulloso de todos y cada uno de ellos.

-¿Cómo valoras la situación actual de KIN Cosmetics en el marco de la peluquería profesional?

-La valoración es muy positiva y optimista. Frente a la actual situación de mercado nuestra actitud es prudente y procuramos que los pasos que damos sean firmes y orientados en la mejor dirección posible para seguir mejorando nuestro posicionamiento y presencia. Este año, pese a la situación actual, nuestra empresa ha crecido un 3,5%, así que las perspectivas son buenas y tenemos muchas ganas de seguir evolucionando como empresa y como equipo.

-¿Qué novedades nos tiene reservadas KIN Cosmetics para 2015?

-¡Tenemos una gran lista! Nuevas colecciones de moda, nuevos productos que se adaptan a las actuales demandas y tendencias del sector cosmético, una nueva oferta formativa... ¡Un no parar! Todo llegará a su tiempo, pero os avanzamos que las iremos descubriendo una a una junto a C&C Magazine.