Loida Imagen Contemporánea
Bienaventurada calidad
por Neus Hilari
Si por algo se distinguen los salones del Grupo Loida, creados y dirigidos por Loida Zamuz, una de las estilistas más prestigiosas de Galicia, es por la gran calidad que destilan. De entre ellos destaca el salón situado en el número 22 de la coruñesa calle Emilia Pardo Bazán, justo al lado del Spa Urbano Loida. Un salón de líneas puras y colores cálidos que aúna calidad y bienestar para ofrecer a sus clientes un espacio de referencia donde poder relajarse en pleno corazón de la ciudad.
Cruzar la puerta del salón Loida Imagen Contemporánea de la calle Emilia Pardo Bazán de A Coruña significa entrar en un refugio de lujo y bienestar donde la calidad es la absoluta protagonista. Algo que refleja la filosofía de trabajo que predica el alma máter del grupo: Loida Zamuz, una de las estilistas más prestigiosas y valoradas de Galicia, que abrió su primer salón en 1982 y cuya carrera profesional no ha parado de crecer desde entonces, gracias a su forma de ofrecer peluquería y belleza como sinónimo de extrema calidad. No es de extrañar, pues, que esta idea sea una de las principales bases del salón de la calle Emilia Pardo Bazán.
Situado en una de las zonas más privilegiadas de A Coruña, el centro se alza en un esplendoroso local de tres plantas en el que cada detalle se ha cuidado al milímetro. “Desde mis inicios en el mundo de la peluquería y la belleza siempre tuve claro que quería un salón en el que la calidad fuese la auténtica protagonista”, afirma Loida. Algo totalmente palpable en un salón donde cada metro cuadrado destila aires minimalistas y donde todo es esencial, sin elementos sobrantes ni superfluos. Desde la arquitectura hasta la estructura del local y la decoración; todo está creado minuciosamente y con esmero para que el cliente pueda disfrutar de un espacio lujoso que refleja calidad, calidez y relax.
Calidez envolvente
Es por ello que, sólo con cruzar el umbral del salón de Loida, al cliente lo abraza la calidez que se respira en el local. El estrés y el ruido de la ciudad se quedan fuera para dar paso a una sensación de intimidad y relax que va más allá del simple tinte y del corte de pelo. Todo esto se potencia con una cuidada decoración que se basa en las líneas puras y rectas, y en los colores blancos, marrones y tostados; un estilo que recuerda a los valores de la arquitectura japonesa y estimula la relajación y la comodidad del cliente.
“El diseño del salón está pensado para favorecer la intimidad entre el cliente y el profesional. Para ello, con la decoración y con la distribución de espacios tratamos de buscar esa intimidad que creemos que es tan necesaria”, explica Loida. De este modo, y aunque en el salón no hay ninguna zona especial que destaque por encima de las demás, sí es verdad que, dentro de la unidad del conjunto, cada espacio está diferenciado para ofrecer el servicio que corresponde, potenciando así, una vez más, la idea de calidad e intimidad. En este sentido, la zona de corte refleja totalmente la filosofía intimista de Loida, ya que se encuentra en una planta separada del resto de áreas de trabajo, de manera que el cliente pueda aislarse de los ruidos de voces y secadores y relajarse mientras trabaja el profesional.
El valor del equipo
Precisamente esta idea de intimidad, de calidez y de bienestar es un valor que, en los tiempos tan rápidos que vivimos actualmente, quizá cada vez es más difícil de encontrar. Para ello, el salón cuenta con un equipo altamente cualificado y formado, de gran valor humano, con tal de poder ofrecer a sus clientes la máxima calidad y el mejor servicio de manos de profesionales de primer nivel. “La especialización y la profesionalización son dos bases en las que siempre he creído y que siempre he tenido en cuenta a la hora de poner en marcha este proyecto empresarial. Por ello, la permanente formación y reciclaje de nuestros equipos es un valor añadido, como también lo es el factor humano y profesional de todas las personas que trabajan en nuestros salones”, explica Loida. Un equipo muy preparado que se divide entre estilistas y coloristas para ofrecer un servicio lo más especializado posible en el salón. Sólo de este modo, con la especialización y el reciclaje por bandera, destaca en el trato personal y adaptado que ofrecen a sus clientes. Tal y como afirma Loida, “pensamos que cada cliente es único e irrepetible, con lo cual nos gusta ofrecer servicios adaptados y pensados para cada uno de nuestros clientes”. Es así como en Loida se huye de las tendencias que dictan las pasarelas de moda para centrarse en el estilo individual de cada cliente, a partir del cual se adapta el corte y el color, y se propone una rutina de cuidados con productos de gran calidad para mantener el cabello sano.
“En Loida decimos sí al estilo de cada mujer y no a la uniformidad de la moda de hoy en día”, concluye la misma Loida Zamuz. Todo un ejemplo perseverancia y trabajo bien hecho, que se ha convertido en el máximo artífice de un salón con sello de identidad propia que destaca en un mundo marcado por la homogeneidad.
