Son auténticos fijadores y sirven principalmente para dar flexibilidad y brillo al cabello. Se emplean también para mantener los cabellos ordenados y pueden tener un efecto acondicionador. Son un tipo de emolientes capilares que tienen una acción puramente estética. Las brillantinas se elaboran a base de grasas minerales perfumadas y con una consistencia variable dependiendo si se envasan en tubo o en tarro. Hoy, no obstante, están casi en desuso porque se prefieren productos sintéticos que aporten al cabello un brillo no graso.